La Vanguardia, 19/09/2001

La oposición afgana pide que no se confunda al pueblo con terroristas fundamentalistas

Las mujeres afganas forman el único movimiento político interno de oposición al régimen talibán


E. MARTÍN DE POZUELO
SANTIAGO TARÍN
Barcelona

La Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán (Rawa), en realidad el único movimiento político opositor al régimen de los talibán, espera que el Gobierno de Estados Unidos sepa distinguir "entre el pueblo de Afganistán y un puñado de terroristas fundamentalistas", han indicado a "La Vanguardia" fuentes de este grupo en Pakistán. Desde esta organización democrática y laica, obviamente clandestina en su país de origen, condenan sin paliativos el ataque "bárbaro" del pasado 11 de septiembre, al tiempo que denuncian de nuevo los apoyos que Estados Unidos dio en el pasado a "políticas profundamentalistas" que ahora "devorarán a sus creadores".

Igualmente, los miembros de Ra-wa en contacto con este diario informan de que, pese al cierre oficial, la frontera afgana es cruzada por miles de personas que buscan protección en los campos de refugiados paquistaníes, en los que ya se hacinan dos millones de afganos.

Las mujeres de Rawa, "cuyos corazones están con el pueblo de Estados Unidos", son las únicas que se han organizado en un movimiento que se enfrenta clandestinamente al régimen integrista. Sus armas son limitadas: combaten al Gobierno fundamentalista mediante la difusión clandestina de la cultura, la educación, la sanidad y sacando información al exterior.

El movimiento fue creado en Kabul en 1977, cuando las tropas soviéticas entraron en su país. Desde entonces han sido perseguidas por todos los gobiernos, pero con especial saña por los talibán, que han reducido a las mujeres a la peor condición. No hay más que recordar algunas de las prohibiciones dictadas por los fundamentalistas respecto al sexo femenino: no pueden trabajar, no pueden estudiar, no pueden ser atendidas por médicos masculinos, han de llevar siempre la "burka" (el largo velo que las oculta) y ni siquiera pueden reírse en voz alta.

Rawa es una organización pacífica no doctrinaria, pues militan en ella tanto islamistas como agnósticas; monárquicas como izquierdistas. Su tesis es que la cultura es el arma más efectiva para combatir el fundamentalismo. Por ello, en el interior de Afganistán se dedican a enseñar a los niños o a curar a los enfermos más necesitados. Paradójicamente, la "burka" les permite cierta libertad de acción, pues al ir totalmente tapadas son seres anónimos. La mayoría de las imágenes que vemos en Occidente sobre las barbaridades del régimen talibán -como ejecuciones públicas, lapidaciones o azotamientos- han sido tomadas por mujeres de Rawa que ocultan cámaras bajo el manto. Todas estas actividades son de altísimo riesgo, ya que si fueran descubiertas morirían. De hecho, un edicto talibán impone la pena capital por la simple pertenencia a Rawa.

Las fuentes de esta organización han indicado a "La Vanguardia" que en la actualidad cuentan con 2.000 activistas y miles de colaboradores, muchos de ellos hombres.


http://www.vanguardia.es/cgi-bin/noticia.pl?dia=19_09&link=vb1906c&sec=ini





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